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melocotones o duraznos en almíbar: conserva el verano en frascos

  • Elisa Calcagno
  • 25 sept
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 26 sept

El otro día fui a la frutería y tenían en promoción unos melocotones de viña, bien regordetes y firmes. En cuanto los vi lo tuve claro: era el momento de preparar melocotones en almíbar y conservar un poquito de verano en un frasco. Porque el verano ya se fue, pero como mi cuerpo se resiste a dejarlo ir, quiero guardarlo un poco más.


Si bien es un trabajo entretenido —hay que pelarlos, esterilizar los frascos y aplicar el proceso de vacío— en realidad hacerlos es bastante fácil. Además, es una actividad ideal para compartir en familia.



manos sosteniendo un frasco de melocotones en almibar

 

El gran protagonista: el melocotón


Para asegurarte el éxito de la receta hay un par de puntos a tener en cuenta al escoger los melocotones:


-        Variedad: elige una variedad carnosa, de pulpa firme y poco fibrosa. Se recomienda generalmente las variedades de carne amarilla y hueso fácil de despegar (aunque esto es bastante cuestión de suerte). Los melocotones blancos tienden a deshacerse más fácilmente.


-        Punto de maduración: elige melocotones maduros para que estén dulces pero que estén firmes para que resistan la cocción. Si los compras muy maduros tendrás como resultado mermelada.


-        Tamaño: si los haces en mitades procura que los melocotones tengan un tamaño uniforme así al cocerlos todos quedan con la misma textura, y no algunos más blandos que otros. Si los haces en gajos o trozos más pequeños, córtalos de tamaño regular y uniforme,


-        Piel: procura que la piel de los melocotones este sana, sin golpes ni manchas, porque esto puede afectar la conservación.


-        Hueso: si consigues melocotones de los que se desprende el hueso fácilmente, mucho mejor, porque así no te darán trabajo para hacerlos en mitades. Si en cambio los melocotones tienen el hueso muy pegado tendrás que cortarlos en mitades más pequeñas para esquivar el hueso o en gajos, generando algunos trozos de menor tamaño. A estos trozos puedes hacerlos todos juntos en un frasco aparte o usarlos para hacer mermelada.


detalle de melocotones en almibar



Dándoles un toque diferente


Así solos los melocotones tiene un aroma y sabor delicioso e inconfundibles, pero si quieres hacerlos aún más especiales puedes customizarlos.  Por ejemplo con:

Aromas clásicos


-        Vainilla en vaina o en polvo. Es mi preferida porque los enriquece respetando todo el sabor del melocotón. Aporta un toque especiado.

-        Canela en rama. Aporta un toque especiado.

-        Clavo de olor. Da un sabor intenso por lo que hay que usarlo con moderación.

-        Piel de naranja. Da un toque cítrico y fresco.

-        Piel de limón. Resalta el dulzor natural del melocotón.

-        Cardamomo. Una semilla machacada aporta un toque cítrico-exótico.

-        Cointreau o Grand Marnier. Le aporta un toque elegante de naranja amarga.

-        Brandy o coñac. Le da profundidad y calidez

-        Hierbas aromáticas como romero o tomillo. Dan frescor.

-        Jengibre fresco. Unas rodajas muy finitas añaden un contraste picante y refrescante.


Lo ideal es añadir como máximo dos elementos y en una cantidad justa, sin pasarte, así no eclipsas al melocotón y tapas su sabor.


melocotones en almibar

 



El paso clave para unas conservas perfectas: el vacío


Uno de los pasos más importantes en esta receta es aplicar correctamente el método de vacío. Es fundamental hacerlo bien para garantizar que los frascos se puedan conservar a temperatura ambiente y consumir con tranquilidad.

 

El proceso es sencillo, pero debe realizarse con cuidado. Si al abrir algún frasco después de un tiempo observas burbujas, moho, cambio de color, olor extraño o la tapa está hinchada, no los consumas y deséchalos. La seguridad es lo primero.

 

Si prefieres no aplicar el vacío o no estás seguro de haberlo hecho correctamente, te recomiendo guardar los frascos en la nevera y consumirlos dentro de los 5 días. También puedes congelarlos, lo que alarga su vida útil hasta 6 meses, aunque ten en cuenta que la textura se volverá algo más blanda y perderán algo de firmeza.


 

Cómo disfrutar los melocotones todo el año


Además de la satisfacción de lo hecho en casa, me encanta esta conserva porque mantiene el sabor fresco y aromático de la fruta, permitiéndome disfrutar en pleno invierno de un pedacito de verano.

 

Me gusta comerlos tal cual o acompañados de nata montada, yogur, helado, o, como buena argentina, con una generosa cucharada de dulce de leche.


También son ideales para pasteles y postres en capas, usando el almíbar para embeber el bizcocho. Una idea deliciosa es un tiramisú de melocotón: embebe los bizcochos de soletilla con el almíbar (puedes enriquecerlo con un licor), coloca los melocotones cortados en trozos y termina con una capa de crema de mascarpone como la de esta receta.

 

Si te ha gustado la idea de preparar melocotones o duraznos en almíbar, aquí te dejo la receta para que puedas disfrutar de tu propio verano en un frasco.




MELOCOTONES O DURAZNOS EN ALMIBAR

2 kg de melocotones firmes

400 ml de agua

300 g de azúcar

1 vaina de vainilla

40 ml de zumo de limon

50 ml de Cointreau (opcional)

 

Comienza escaldando los melocotones para pelarlos. Con un cuchillo realiza un corte en cruz en la base de cada melocotón, Colócalos en una cacerola con agua hirviendo durante 30-60 segundos, hasta que veas que la piel se comienza a despegar, pero sin pasarte de tiempo porque los melocotones comenzaran a cocinarse. Escúrrelos y colócalos en un bol con agua helada (con hielos) para parar la cocción. Continúa pelándolos. Si la piel está demasiado adherida y te cuesta quitarla ayúdate con un cuchillo pequeño.


Córtalos con un cuchillo a la mitad para obtener dos mitades y quítales el hueso. Si el hueso no se desprende fácilmente córtalos en mitades más pequeñas o en gajos., descartando el hueso.


Acomoda las mitades o gajos de melocotón en frascos de cristal esterilizados* apretando bien para que entren la mayor cantidad posible, pero teniendo cuidado de no romperlos. Si los has cortado porque el hueso no se desprendía y te han quedado trozos más pequeños acomódalos todos juntos en un frasco. Intenta que en cada frasco haya mitades o trozos de melocotón de tamaño regular.


Elabora el almíbar colocando en una cacerola el azúcar, el agua, el zumo de limón y la vainilla. Llévala al fuego y cocínala hasta que hierva. Viértelo en los frascos con los melocotones cubriéndolos bien y dejando un espacio de seguridad de 1 o 1,5 cm para asegurarte el vacío. Si optas por añadirle Cointreau, añádelo en este momento. Añade unos 25 ml por frasco de medio litro. Cierra bien los frascos.


Acomoda los frascos en una cacerola grande y de mayor altura y cúbrelos con agua caliente, procurando que el nivel del agua sea mayor que la altura de los frascos. Llévalos al fuego y cuando rompa el hervor cuenta 30 minutos. Con la ayuda de unas pinazas y con mucho cuidado quita los frascos y acomódalos sobre un paño de cocina. Déjalos enfriar a temperatura ambiente durante 12 horas como mínimo. Mientras enfrían deberían hacer un “click”, el que significa que se ha producido el vacío. Para comprobarlo presiona sobre la tapa: si esta rígida y no hace ruido se ha producido el vacío.


Almacénalos en un sitio fresco y oscuro y una vez abiertos consérvalos en la nevera.

 

*Para esterilizar los frascos hiérvelos con sus tapas durante 10 minutos o llévalos al horno a 120/130º C durante 15 minutos. No te recomiendo hornear las tapas porque suelen llevar goma y se debilita con el calor.

 

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