Muffins de toffee o caramelo caseros: con mucho relleno

Si eres amante del caramelo y los postres suaves, estos muffins te van a enamorar. Su masa húmeda y su relleno cremoso de toffee los hace irresistibles, perfectos para un desayuno especial, merienda o postre en cualquier ocasión.

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Es una receta que lleva un poquito más de trabajo que casi todos los muffins, porque hay que elaborar el caramelo o toffee, pero te aseguro que vale la pena. El resultado es un bizcocho extra húmedo y con un sabor a caramelo intenso y delicioso.

Yo los relleno también con toffee, pero si quieres ahorrarte el paso del relleno, puedes no rellenarlos o hacerlo con dulce de leche. Te quedarán deliciosos de cualquier manera.

Es una receta fácil, sin mucha complicación, pero te doy un par de consejos para que te queden perfectos y no te den mucho trabajo:

·        Usa la cacerola adecuada: Para hacer el caramelo o toffee, tanto el de los muffins como el del relleno, utiliza una cacerola mediana o grande y profunda. El caramelo hierve y sube bastante. Nunca uses una sartén o cacerola pequeña.

·        Incorpora la nata caliente: Si la añades fría, habrá un choque térmico muy fuerte y provocará una ebullición excesiva.

·        No sobrebatas la masa: Después de añadir la harina, mezcla solo lo necesario para unir. Si bates demasiado, se desarrollará el gluten y los muffins tendrán una miga dura y menos tierna.

·        Copete bonito: Llena bien las cavidades del molde para que los muffins queden elevados y con forma uniforme.

·        Controla el horneado: No los cocines de más. Al ser bizcochos individuales, se secan rápido. Solo un par de minutos extra pueden arruinarlos.

·        Rellenado perfecto: Rellénalos cuando estén templados, pero no completamente fríos. La miga endurece y será más difícil que el relleno cremoso penetre.

·        Y si quieres añadirle un toque crujiente puedes añadirle a la masa nueces picadas. ¡Le quedarán genial!

Espero que te animes a hacerlos en casa. ¡Cuéntame cómo te quedan!

MUFFINS DE CARAMELO

Para 12 unidades

180 g de azúcar

100 g de nata para montar

100 ml de leche entera

100 g de mantequilla fundida

2 huevos

1 cdta de vinagre de manzana

200 g de harina

½ cdta de bicarbonato de sodio

1 cdta de impulsor o polvo de hornear

Calienta la nata y resérvala.

Coloca el azúcar en una cacerola y llévala al fuego hasta que forme un caramelo. Quita la cacerola del fuego y vierte la nata caliente lentamente y sin dejar de revolver, con cuidado de no quemarte porque hervirá a borbotones. Añade la mantequilla y revuelve hasta que se derrita completamente y esté uniforme. Vierte la leche fría y revuelve hasta que este incorporada.

Enciende el horno a 180º C.

Cuando el caramelo este frio añádele los huevos y el vinagre y bate hasta romperlos.

Coloca en un bol la harina, el bicarbonato de sodio y el polvo de hornear y forma un hueco en el centro. Vierte la mezcla de caramelo y revuelve hasta que se unan. No tienes que batir ni revolver en exceso.

Divide la masa en un molde para muffins con capsulas de papel o untado con mantequilla y enharinado, llenando las cavidades con 2/3 de su capacidad y hornéalos durante unos 15 minutos, o hasta que al insertar una brocheta salga limpia. Déjalos enfriar antes de consumir.

Para el relleno de caramelo

100 g de azúcar

80 g de nata para montar

10 g de mantequilla

Calienta la nata y resérvala.

Coloca el azúcar en una cacerola y llévala al fuego hasta que forme un caramelo. Quita la cacerola del fuego y vierte la nata caliente lentamente y sin dejar de revolver hasta que el azúcar este completamente disuelta en la nata, con cuidado de no quemarte porque hervirá a borbotones. Añade la mantequilla y revuelve hasta que se derrita completamente y esté uniforme. Déjalo enfriar.

Cuando haya enfriado rellena los muffins ayudándote de una manga pastelera con boquilla de unos 3-4 mm.